¿Alguna otra manera de empezar la Semana Blanca? Quizás si ( y al igual que el sábado pasado, rodeada de cuerpos sudorosos), pero no se me ocurre ninguna mejor. No seria el concierto de mi vida, el que más expectación me creaba. Pero realmente, aún con el principio agobiante y el frió de la cola, fue una noche inolvidable, donde dejé mis preocupaciones, ralladas y problemas a parte, concentrándome solamente en el sonido de las guitarras, el bajo, los ritmos y la voz de Gerard.
Y la verdad, voy a seguir esperando y luchando(véase Avenged Sevenfold en Madrid, 24 de junio, que me veo pagándome el viaje con mis pobres ahorros) por ir a los máximos conciertos posibles de grandes grupos, para poder disfrutar de la música de verdad, antes de que las máquinas, los ecualizadores y demás cacharros nos invadan, convirtiendo a todos los músicos en DJ's (que conste que no tengo nada en contra de la música electrónica, es más, me gusta; pero donde este un buen riff que se quite todo lo demás).
Gracias MY CHEMICAL ROMANCE ; gracias
ROCK'N'ROLL